Bares de aceites, lo último en degustaciones de lujo

Siempre he disfrutado, en casa y con los amigos, de entretenidísimas catas de aceites de oliva a modo de improvisadas tapas. Lo copié de Marruecos, donde es habitual ofrecerte platitos con ese aceite único norteafricano y el exquisito pan batbut. Unas veces es cata a ciegas y otras incluimos el nombre de cada uno de ellos para poder comparar variedades y denominaciones. Pero como siempre ocurre, las buenas ideas acaban convirtiéndose en buenos negocios.
Surgen así los bares de aceite o, para dejarlo más comercial, los Olive Oil Bar. Es una tendencia todavía minoritaria pero con un extraordinario potencial. Los consumidores españoles cada vez conocemos y valoramos más la calidad de nuestros aceites de oliva extra vírgenes elaborados con variedades autóctonas. Y sabemos disfrutar de ellos como auténticos gourmets.

Como se recoge en Directo al paladar, el bar de aceites del programa de Alimentaria 2012 copó la atención de mucha gente. Concebido como una zona de cata libre, presentaba una extensa selección de aceites de oliva de diferentes regiones, distinguibles por la variedad de aceituna empleada, el método de cultivo, el clima o el prensado.
Morisca, Arbequina, Hojiblanca, Picual, Arbreblanc, Vidueña, Verdal,… Toda una experiencia para los sentidos. Untado en pan de calidad, mil veces mejor que el más refinado pincho.